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Autor
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Tema: recuerdos llenos de nostalgia (Leído 2434 veces)
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FLIX_NLX
Nuevo
Mensajes: 43
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Verano de 1980,
un dia de tantos de repente aparece un amigo mio con un flamante sc rojo, fué entonces cuando nació mi cariño por el vespino, no me pregunteis por que pero esa moto me guataba un monton, la pena es que yo entonces era muy joven tenia 13 años, comenzo mi obsesión por tener una, recuerdo que solia pasar por la calle donde esta el concesionario vespa (hoy en dia sigue) y miraba por el escaparate una larga ilera de unos 15 sc de distintos colores, azul, rojo, gris, incluso naranja lo recuerdo perfectamente, permanecia un gran rato mirando.
hasta años mas tarde no pude comprame uno de segunda mano.
Hoy en dia el dueño de ese concesionario me ayudo a restaurar el nlx y el sc que tengo, el tambien recuerda con nostalgia esos tiempos gloriosos, gloriosos para los ciclomotores en general, pero sobre todo para los vespinos, sin lugar a dudas el mejor el mas prestigioso y vendido, le pese a quien le pese
Bueno no es una historia muy emocionante pero es mi historia y la queria compartier con vosotros.
Un saludo vespinero
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Arzu_SCA
Moderador
V.I.P.
Mensajes: 1982
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Muchas gracias por la historia  Siempre dejan huella estas maquinillas.
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david sd
Principiante
Mensajes: 70
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yo digo lo mismo , antes no apreciaba tanto este tipo de motos ahora si 
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FURY
Visitante
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Mi primera moto fue una Honda CRM 75 R del año 89. Hasta el momento que la tuve por primera vez, las motos me interesaban tanto como el cultivo del champiñón en cautividad.
De hecho, mi padre me obligó a sacarme el carné de moto a los 16 en 1990, lo cual ni me interesaba ni quería, así que tardé un año entre pitos y flautas, porque para mí, lo más importante era el de coche. A mis 17 años, aquella moto cayó en mis manos y súbitamente, entre salidas, excursiones, viajes con los amigos (todos grabados en vídeo en aquella época) me convertí en un fan de las motos no excesivamente grandes. Cuando me deshice de la Honda (la cambié por un Seat 600 del 73 y que fue mi primer coche) me costó una llorera. Estuve viajando en coche desde aquel día.
Las motos dejaron de interesarme y volví a mis inicios con los coches que siempre han sido mi gran pasión.
En 2003, cuando la Vespi cayó en mis manos, sin desearlo y sin meditarlo, mi pasión ha vuelto a golpearme como 20 años atrás. Las motos grandes no me gustan, de hecho ni me llaman la atención. Pero reconozco que con mi Vespi y las scooter de no más de 125cc, he vuelto a sentir aquel gusanillo que tuve a mis lejanos 18 años. Sólo que ahora, lo disfruto con la sabiduría y el placer de los 38.
Y por ahora y mientras pueda, la Vespi morirá conmigo.
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